"Ella se sienta, y espera. Ésta vez dolió más que la anterior. No sabe porque la golpeó, porque no hizo nada. Agradece que no estén los niños en casa, como la otra vez. Quiere llamar a alguien, pero sabe que nadie la va a comprender. Ya le han dicho una y mil veces que abandone el hogar. Pero ella piensa en los niños. Necesitan una familia. Ella piensa en él, que le ha prometido cambiar, por eso se sienta y espera. Pero ésta vez no fue igual. Le costó levantarse, ha sangrado y no sabe que excusa decir en el trabajo. Cree que se dan cuenta. Lo vuelve a pensar. Tal vez no debería haber ido a la reunión que hicieron los compañeros de trabajo. Si se hubiera quedado, él no hubiera reaccionado así. Tal vez, merezca la golpiza. Ella se sienta y espera. "
Muchas veces hemos leído historias como ésta. Debemos saber que el maltrato y la violencia aparecen desde el principio del vínculo de pareja, aún así, muchas personas no lo descubren fácilmente. El agresor se presenta a través de sus actitudes y comentarios que controlan y dominan. Actitudes que en la sociedad ha tomado como algo natural.
El maltrato es gradual. Nunca es suficiente. La humilla, la insulta y la golpea.
Las personas agredidas creen, en general, que merecen el maltrato y quieren calmar al compañero, para no confrontarlo. La víctima termina creyendo que realmente fue su culpa; que cambiando su actitud, ellos van a cambiar. Es importante destacar que ellos no se reconocen como violentos y creen tener la razón.
El ciclo de la violencia empieza con a) Acumulación de tensión b) Explosión de la violencia c) Distanciamiento o separación e) Culpa y arrepentimiento f) Reconciliación g) Aparente calma y estabilidad.
Lamentablemente éste ciclo se repite, no se cambia ni se modifica. Se pierde la autoestima, la libertad, y en muchas ocasiones se pierde la vida.*
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*Salud Activa. Asociación Civil.